La Iglesia Triunfará sobre sus Enemigos

La Iglesia Triunfará sobre Sus Enemigos

Nos ha sido revelado que el Vaticano ha sido infiltrado y está actualmente controlado por los Masones, que son los agentes del diablo en este mundo. Vemos como el Vaticano y muchas otras iglesias del mundo promueven herejías e ideas modernistas, y como destrozan e incluso ridiculizan las prácticas antiguas de los Católicos tradicionalistas. También vemos como el mundo se desliza hacia la inmoralidad absoluta, rebelándose contra Dios y Sus mandamientos.

Todo esto puede causar que nuestros hermanos y hermanas caigan en depresión o pierdan la esperanza de un futuro mejor, e incluso algunos pueden llegar a la conclusión errónea de que el diablo pueda derrotar a la Iglesia. Precisamente es el diablo el que quiere que nos desesperemos viendo toda la maldad en el mundo y como el Vaticano colabora con él vez de defender el Reino de Cristo que no es de este mundo.

Pero no desesperemos porque tanto las Escrituras como revelaciones Marianas y revelaciones a santos nos aseguran de que la Antigua Iglesia Católica de Jerusalén saldrá victoriosa de esta batalla contra el diablo y la Masonería.

Empecemos por ver que nos dicen las Sagradas Escrituras sobre la permanencia de la Iglesia.

Cuando Jesucristo estableció Su Iglesia sobre la piedra de Pedro, hizo esta promesa: “Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas o poder del infierno no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16:18, Biblia Torres Amat)

Esta promesa nos hace saber que sin importar lo que haga el infierno para destrozar la Iglesia, esta seguirá en pie hasta el fin de los tiempos, protegida y guiada por Cristo. Hacia el final del Evangelio de Mateo, Jesucristo hace esta promesa a los Apóstoles:

“Y estad ciertos que yo mismo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos”. (Mateo 28:20, Biblia Torres Amat)

Daos cuenta que Jesús promete estar con los Apóstoles hasta el fin de los tiempos aunque Jesús ya sabía que ellos morirían poco después de Su Ascensión. Entonces esta promesa no es solo para los Apóstoles sino también para sus sucesores que son el Patriarca, los obispos y los curas, dejándonos saber que estará con la Iglesia hasta la consumación de este mundo.

Hacia el final del Nuevo Testamento, en el Libro del Apocalipsis, Jesús promete protección a la Iglesia de Filadelfia en el fin de los tiempos durante la Gran Tribulación: “Ya que has guardado la doctrina de mi paciencia, yo también te libraré del tiempo de tentación que ha de sobrevenir a todo el universo para prueba de los moradores de la tierra”. (Apocalipsis 3:9, Biblia Torres Amat) Esta promesa de protección de la Iglesia se repite en Apocalipsis 12: “Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por espacio de mil doscientos sesenta días”. (Apocalipsis 12:5, Biblia Torres Amat) La mujer en este versículo no solo significa la Virgen María sino también la Iglesia, ya que la Virgen es la Reina de la Iglesia. Por lo tanto vemos como Dios de antemano ha preparado un lugar seguro para que Su Iglesia sea protegida durante el fin de los tiempos.

Más allá de las Escrituras, tenemos las revelaciones dadas por la Virgen María y las recibidas por los santos sobre el futuro de la Iglesia en estos tiempos apocalípticos.

Nuestra Señora del Buen Suceso le dijo a la santa española Sor Mariana de Jesús Torres que en el futuro la Iglesia será restaurada por ciertas personas elegidas por Jesús: “Los hombres libres de la esclavitud de esas herejías, aquellos a quienes el Amor Misericordioso de Mi Hijo Santísimo destinará para la restauración, tendrán una gran fuerza de voluntad, constancia, valor y mucha confianza en Dios. Para probar esta fe y la confianza de los justos, habrá ocasiones en las que todo parecerá estar perdido y paralizado. Esto, entonces, será el feliz comienzo de la restauración completa”.

Otro gran santo español, San Francisco Palau, recibió múltiples visiones del Espíritu Santo sobre el glorioso futuro de la Iglesia. Al igual que Nuestra Señora del Buen Suceso profetizó un Prelado que restaurará el sacerdocio, San Palau vio a un restaurador con el espíritu de Elías que devolverá la Iglesia a sus antiguas tradiciones:

“Elías volverá las cosas eclesiásticas a su debido orden con mano potente, lanzará del seno de la Iglesia a los falsos políticos, anticristianos, a esas falanges de escritores y doctores, que en nombre de Cristo seducen los pueblos, y limpiará el templo de Dios de las abominaciones con que le ensucian los malos católicos”.

Antes de esta restauración ocurrirán persecuciones contra los elegidos del Remanente ya que los gobiernos estarán controlados por el espíritu del anticristo. Según San Palau, lo que nos mantendrá y nos ayudará a luchar contra los poderes políticos malvados será la Santa Misa Tridentina:

“No siendo posible acabar con el culto católico (i.e. la Santa Misa) — afirmaba — ; este será [lo único] que sostendrá la lucha contra los decretos del emperador. El culto católico desaparecerá como acto público y se sostendrá en las catacumbas, desiertos y sitios escondidos”.

Al final cuando la Iglesia haya sido restaurada, la Masonería y los sistemas políticos que controla hayan sido destrozados, y el Remanente se haya formado en una Orden Apostólica del fin de los tiempos, los gobiernos y sociedades cambiarán a mejor:

“Sobre las ruinas del imperio anticristiano —añade San Palau— levantarán sus tronos los reyes católicos, y se establecerá en el mundo universo el imperio de la paz. Esta paz no será turbada sino por el fin del mundo”.

Esta será una era bendita donde la Iglesia será triunfante y cuando “las naciones todas con todos sus reyes la servirán reconociéndola por reina y madre de todos los vivientes”.

¿Cómo llegaremos a esa era bendita?, os podéis preguntar. La Virgen María nos dijo en un mensaje del 17 de Enero de 2023 que “en lugar de caminar por el camino de maldad [de los líderes del Vaticano], reconstruid las paredes y restaurad la fe bajo la Sagrada Familia del Señor”.

Estas palabras reveladoras de la Santísima Virgen nos deja saber que los miembros de la Antigua Iglesia Católica de Jerusalén hemos sido elegidos por Jesús para ayudar a restaurar Su Iglesia y difundir el evangelio por todo el mundo en estos tiempos del fin.  Seamos por tanto obedientes a esta instrucción de Nuestra Reina y Madre y no perdamos la esperanza a pesar de la oscuridad que se acerca ya que el futuro está lleno de luz y gloria para la Iglesia. Mientras tanto, hasta que llegue aquel glorioso día de la restauración, aferrémonos a la Santa Trinidad y busquemos la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel Arcángel y toda la Comunión de los Santos.